Primero que nada, feliz año. 2025 suena ridículamente futurista y eso me tiene muy inquieto. Ya les explico por qué.
Para el momento que estoy escribiendo este newsletter, tengo poco menos de un día de postear este reel:
…ya volvemos a este clip y lo que significa para mí.
Si te da flojera verlo, trata de una mujer que cuando tenía dos años, su hermanita de dos meses se le cayó de sus brazos y a los diez días falleció. Fácilmente lo más pesado que he escuchado en un show.
Lo interesante de esta historia para muchos de ustedes, es mi respuesta a su tragedia.
Por eso vine para acá. Un poco de contexto no les vendría mal.
Capaz no lo sabes, pero yo me las tiro de psicólogo. Esto pasa porque yo estoy en terapia desde los 11 años y porque accidentalmente mi entorno y núcleo familiar se llenó de profesionales del psicoanálisis. Esta es una historia un poco complicada, pero básicamente mi familia está conformada por psicólogos y psiquiatras.
“Traumas”, mi gira de crowd work, estaba diseñado para tener material para redes sociales, pero siendo yo como soy con mis propias vainas, tenía que amarrarlo a un concepto. No podía ser “¿y tú a qué te dedicas?” o “¿vinieron juntos?”, porque hubiera sido el máximo outlet de mediocridad del planeta.
Justamente porque considero que manejo ciertas herramientas de inteligencia emocional que no todos tienen, dije: “es perfecto terapear gente extraña en vivo por pura comedia”. Claramente es una absoluta irresponsabilidad, pero es el concepto que estaba buscando.
Cabe destacar que yo me asesoré profesionalmente para hacer esto. Estaba clarísimo que podía estar abriendo puertas que ya cerraron y que es ridículamente delicado. No crean que me fui de loco.
Además, yo nunca iba a buscar darle duro a nadie que me comparta un episodio trágico de su vida, más bien lo contrario. Al tú lanzar en una sala llena de gente un desahogo de esa naturaleza, quería justamente que se convirtiera en un sitio donde todos nos conectáramos a través de las vainas feas que nos han pasado y que se sintiera mega seguro para reírnos de nuestros traumas. Por otro lado, para yo poder lograr ese sentido de comunidad, tenía que obligatoriamente compartir mis propios demonios. El show no es solo los traumas de ustedes.
Esta fue la sorpresa de mi amigo Fran, quién sigue de cerca mis conceptos y tiene un criterio impecable y sin filtros conmigo:
Ustedes solo ven los clips que yo armo para redes. Pero el show tiene una narrativa armada y bien pensada.
No pretendo ponerme muy personal, pero en el show cuento como fue crecer para mí. En pocas palabras, mis padres separados se vuelven a casar con gente que no me quería para nada. Ni la esposa de mi papá y tampoco el esposo de mi mamá. En esas relaciones hubo mucha violencia y mucho maltrato. Ahora, quiero que quede claro: No es para dar lástima ni mucho menos. Yo amo quien soy hoy y sin esos episodios, no se da mi personalidad actual. Yo no me resisto a sufrir para mejorar. Lo integro a mi vida sin problema.
Por eso yo crecí tan solo y tan independiente. Mis papás no supieron defenderme de sus parejas cuando yo era niño y acá entra el meta ejercicio terapéutico encima del que ya estaba tratando: yo tuve que entender que mis papás hicieron lo que pudieron con lo que tenían. Aterrizar al terreno real a mis padres fue un evento que yo tuve que acelerar en mi adolescencia y tratarlo duro en terapia. Entender que son gente, que no saben todo y a veces incluso caer en cuenta que yo de adolescente sabía más que ellos en muchas cosas.
Yo siempre he estado en modo supervivencia y eso activó en mí un espíritu cuidador y paternal muy cabrón. Es una obvia respuesta a mi crianza: estoy corriendo a todo lo que da mi alma en via contraria de lo que me dieron a mí porque eso es lo que mi cerebro me dice que es “querer y ser querido”.
A eso súmenle que me hice comediante. Mi comida depende de si me quieren extraños o no.
Muy sano…
En fin. “Traumas” comenzó con un concepto divertido de conectar a través de lo malo que nos ha pasado en la vida. Lo digo siempre al principio de cada función:
“Este show no busca re-victimizarnos sino celebrar que estamos acá a pesar de…”
Lo que quiero dejar de moraleja en este show es que los traumas (si los tratamos profesionalmente) no condicionan nuestras vidas y que no estamos solos en esos sufrimientos.
Ahora, volvamos al clip.
En cada show hay momentos duros. En lo que las personas se comienzan a envalentonar a contarme sus cosas, siempre sale uno que otro que de verdad son un coñazo en la quijada. No soy fácil de impresionar, de verdad. La gente que me conoce sabe que yo soy capaz de sacarle un chiste a cualquier cosa. Yo he estado expuesto a demasiadas vainas en esta vida.
Este fue una excepción.
No les miento: hubo un momento donde me sentí un traidor al concepto cuando no logré sacarle un chiste a ese trauma, pero es que ustedes no le vieron la cara a Diana contando ese episodio de su vida como lo hice yo.
Claro que he podido hacer mil millones de chistes pero escogí no hacerlo con esta historia.
A muchos de ustedes les hizo ruido que yo tuviera esa respuesta. Yo se por qué.
La seguridad que yo tengo en mí y como la he proyectado en tarima/internet (producto evidente de mi sistema de defensa creado en mi crianza) hace que muchos de ustedes crean que yo soy un mamagüevo. Yo estoy acostumbrado a eso y la verdad es que ya hace rato hice costra. No controlo lo que crees de mí y francamente, me tiene sin cuidado. Pero mi mayor virtud/maldición es que puedo ponerme en tus zapatos rápidamente. Conecto demasiado con el dolor ajeno, capaz porque poca gente conectó con el mío y quiero revertir ese karma universal, no se…
Dos veces he querido terminar con mi vida y en ambas me detuvo pensar como le iba a arruinar la vida a la gente que me quiere y curiosamente, me daba más empatía la persona extraña que iba a tener que limpiar el desastre que iba a dejar.
Lo dejo más claro:
No me maté porque me daba paja el que iba a limpiar mi sangre. Parece chiste. No es.
Lo cierto es que mi misión como comediante ha sido siempre la misma, pero la forma ha mutado mucho cada año que pasa. Yo solía hacer stand up desde la rabia cuando comencé. Tenía mucha y es bastante obvio por qué.
No me arrepiento de nada. Muchos de ustedes me conocieron en esa época. Hice grandes chistes así y me metí en tremendo peo por eso.
Con el paso del tiempo, uno va creciendo. Puedo hacer el mismo chiste con un delivery muy diferente. Mi vida ha cambiado mucho porque ya me demostré a mí mismo qué puedo lograr impulsado por todo esto.
Yo siempre he querido hacer reír y la vena de hacer reír para mí era atravesando los episodios oscuros de cada quien, usándome a mí de vehículo. Yo de escudo SIEMPRE.
Ahora que los integré a ustedes y son parte de este show, estoy más pleno profesionalmente que antes. Mi misión en pleno.
Lo que no consideré nunca es que sus traumas me cargan mucho y a pesar que es el formato más parecido a mí del mundo, coño… tengo que ponerle una pausa porque todas sus historias yo me las llevo a la almohada esa noche.
Saquen cuentas: Si yo escucho una media de 10-15 traumas por show y llevo cerca de 30 funciones de “Traumas”, recién estrenada, eso quiere decir que tengo más de 300 historias en mi cerebro dando vueltas que además revivo cuando las edito para montarlas. Por esto y un montón de cosas tuve que ponerle una mini pausa a este show.
No por mucho, pero sí necesitaba limpiarme un poquito.
A eso súmenle justamente lo inquieto que me tiene el 2025 como símbolo futurista del amante del cine de ciencia ficción que soy. Estoy a un año y medio de cumplir 40 y mi vida me está diciendo que a pesar de que cada vez estoy más alineado con mi esencia en mi comedia, capaz me toca cuidarme más a mí que a los otros. Seguir estando disponible, pero ponerme de primero yo.
Este año me está llamando a escogerme a mí por encima de los míos y no por egoísmo, sino porque ya que le dediqué la mayoría de mi vida a que estén bien todos, creo que me toca a mí.
Capaz este desahogo mío te invita a que te elijas a ti. Hazlo.
La vida no es lo que queremos que sea. Es lo que nos pasa. Yo atesoro mucho esta confianza e intimidad que se dan en mis shows de “Traumas” porque siento que son estas las cosas que de verdad nos unen.
Aprendamos a convivir con nuestras tragedias sin que condicionen nuestra vida.
Tres cosas para comenzar el año: Terapia, confrontar a la cara nuestros peos y liberarnos de las culpas fantasmas.
Para terminar: leía un comentario que decía:
Es raro tener que explicar esto pero: yo no tengo personaje.
Ustedes han visto a un carajo crecer en sus caras. No me da miedo cambiar frente a ustedes. Que se vaya y se monte quién quiera. Al final lo que yo hago es cariño al Ignacio chiquito de parte del Ignacio adulto.
Este newsletter no pretende que cambies tu manera de verme. Lo que quiero es que dispare la realidad de que la gente es más compleja que lo que decide compartir en redes. Asimila eso.
Creo que esto es lo más personal que he escrito en mi vida. Espero te sea útil de algo.
Por ahora voy a buscar un trauma cómico para montar mañana.
Los quiero.
Admiración es una palabra que se queda corta. Gracias por desde siempre echarle bolas, gracias por mostrar el progreso, y muchas gracias por inspirarnos cada día más. Sigues marcando vidas, el pequeño Ignacio lo sigue haciendo. Un abrazo.
Feliz año!
Gracias por compartir esto, yo no me canso de decirlo que se nota que tenes mucha terapia encima por tus reacciones y comentarios. Ademas de una madurez emocional que se consigue analizandose a uno mismo. Yo también tuve 2 momentos donde quise partir de este mundo, pero me frenó el pensamiento de dejar sola a mi hermana. Pasé momentos horribles gracias a mi ex, y aunque todavia me cuesta poder sacar el lado positivo de todo lo que viví, se que un dia voy a poder contarlo sin que sea un peso.
Por último agredecerte, que ya lo hice por msj privado en su momento. Pero hiciste que saliera sola por primera vez en mi vida, cuando viniste con Macadamia a Bs As. Y hasta el dia de hoy para mi fue un paso gigante, que logró que no me perdiera de shows, recitales e ir al cine.
Gracias por todo, se te quiere de verdad 🫶🏻